“La arquitectura moderna no es un estilo, sino una forma de vida”.
Marcel Breuer.

martes, 4 de abril de 2017

CASA HORIZONTAL

Quito Ecuador.
Juan Tohme, arquitecto.
2016.





Ubicada en Zámbiza, parroquia rural situada al nor-este de la ciudad de Quito, la obra es implantada sobre un terreno rectangular en pendiente de 11m de ancho por 42m Como primera operación proyectual, se establece el plano horizontal plano como elemento predominante sobre el plano inclinado natural (requerimiento del cliente), el cual generará una intención de volar hacia el horizonte, como si de un muelle se tratase. 

Estas intenciones se remiten a sistemas conceptuales en este caso, una búsqueda de contraste y equilibrio espacial que se manifiesta entre lo funcional y artístico, entre el orden y la expresión, entre lo pesado y lo ligero, lo opaco y transparente, produciendo así, convergencias entre lo horizontal y lo vertical.

El plano horizontal como epistemología y el equilibrio como metodología permiten dar un nuevo enfoque al problema del espacio arquitectónico y del habitar contemporáneo. En relación con esta idea, la fenomenología a través de la percepción de los objetos y del lugar, nos da las cualidades de la materia, del espacio que se genera de la interpretación entre estos y el habitante.  












A continuación expongo un escrito de Jorge Mele - Profesor Titular de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU/UBA), quien expone  una mirada crítica sobre esta obra:

“La casa como tema arquitectónico, recorre las iniciativas de los arquitectos  contemporáneos por pensar, concebir, proyectar y construir una obra de arquitectura que ha ido sedimentándose como problema a lo largo de la modernidad mediante investigaciones de variados enfoques. Dan testimonio de tales búsquedas los trabajos de Mies; Le Corbusier, Alvar Aalto y Álvaro Siza, entre otros, quienes sentaron las bases de los modos de habitar modernos desde una mirada múltiple y abierta a las invenciones e innovaciones técnicas tanto como estéticas.
Ellos han definido tradiciones proyectuales las que actualizándolas permanentemente, los arquitectos de las jóvenes generaciones refieren como un contexto de señalamientos productivos para sustentarse con su ejemplaridad pero también para trascenderlos. Tal es el caso de la obra de Juan Tohme, la que presenta unas cualidades equilibradas y armónicas entre su propuesta disciplinar y las potencialidades habitativas que la misma propone.
Me refiero a un sistema de coexistencias conceptuales, a las que la casa remite, desde un controlado equilibrio vinculando expresión y orden; modulando funcionalidad y artisticidad o adecuando contrastadamente una horizontalidad verticalizada en razón de la condición topográfica del lugar. Así su disposición refleja las aprehendidas lecciones del pensamiento moderno con respecto a las funciones constructivas basadas en la economía de medios o a las expectativas contemporáneas de lograr en sus espacios el carácter de lugares propensos a ser habitados sensible y emocionalmente.
El acto constructivo que ha devenido en “hogar” sabiamente ha sabido conjugar materialidades posibles, fragmentos de memorias en una sensibilidad en la que las temporalidades se interceptan para dar a luz las condiciones necesarias que fundamentan la noción habitativa: la vida misma. En esta casa, las proporciones y los ajustes de los espacios con relación a la escala humana se consolidan conjuntamente con un equipamiento que revela la presencia de una sensibilidad dirigida por la inteligencia emocional que se constituye en una convocatoria a vivir la casa  integralmente.
Sin exaltaciones simbólicas ni excesos retóricos el uso de los elementos de arquitectura es lo suficientemente discreto, como eficaz destacándose lo táctil como una experiencia enriquecedora de los lenguajes articulados entre sí.
Esta casa nos invita a ser habitada ya que seguramente ella nos ha de habitar, enriqueciendo nuestros sueños, recuerdos y el deleite de la recreación visual de un paisaje cultural que la distingue”.   

        
                        
FICHA TECNICA

Ubicación: Quito, Ecuador
Área Terreno: 448m2
Área Útil: 255m2
Área Total: 363m2
Diseño Interior: Farah Design
Ingenierías: Juan Bonilla
Constructor: Constructora JBA
Año Proyecto: 2016
Propietarios: Familia Villacís-Cuesta
Fotografías: JAG Studio 

Enlaces:

Arquitectura:  www.juantohme.com 

Fotografía www,jagstudio.ec

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